Dime... ¿Acaso tienes tu también una reflexión poético-filosófica sobre limones, mazapanes o tortas enchiladas con carne?, ¿Por casualidad sabes o presientes las razones dichosas de las lechugas en su pleno frescor?, ¿Te inquieta e intriga la exacta metáfisica matemática del fractal en la coliflor?
Siendo así, cuéntame y la sumamos a las mias, por leerlas, por divertirnos, por entender tanta cosa extraña y maravillosa que ocurre en el universo.

martes, 8 de septiembre de 2009

Elixir de Lavándula Augustifolia (Espliego o Lavanda) para males propios del género.


Comúnmente proviene del Mediterráneo y comúnmente de flores con estambres, pistilos, tallos, hojas verdes en las que habitan gusanos de ese mismo color que las comen. También pájaros, mariposas y abejas al rozar esos estambres y pistilos cargan en la patas el preciado polen y le colaboran a la planta en su ciclo fecundativo. Aunque principalmente utilizada en la elaboración de perfumes, agua de colonia y vinagres, calma y tonifica los nervios en preparaciones aromáticas. Es especial su uso para aquellos casos nerviosos que tienen origen desconocido o repentino, como lo que ocurre con el malestar o síndrome pre-menstrual y toda clase padecimientos asociados a los ciclos lunares, en el que la mujer sabe que algo le pasa, pero no atina a ciencia cierta con lo que es, ocasionando esta condición toda clase de inconvenientes y dislates con la pareja de turno que tampoco sabe a ciencia cierta de qué se trata, pero acierta decir que lo que pasa es que ella está menstruando y en casos extremos que está menopáusica; algo que es bastante extraño, pues la causa contraria de una consecuencia es otra vez esta misma consecuencia. Como cuando una mujer llora porque está muy feliz o porque está indignada, lo que explica perfectamente las razones por la cuales a los hombres les parece con muchísima frecuencia el comportamiento de las Evas del mundo un verdadero ajedrez chino. Estos casos con mucha regularidad solo se tratan de sensibilidad femenina y que no faltan razones, sean hormonales o cósmicas, para atormentar a los señores por puro placer. Las aguas de lavanda curan y previenen en gran medida este parecimiento. Ceda a la fémina y le resta fuerzas a su impulso imparable de conversar sobre los pormenores domésticos y las emociones que estos causan en ella.

Se creé que el Elixir de Lavándula Augustifolia ayuda también a los caballeros en casos de problemas con la próstata, aunque definitivamente lo mejor de lo mejor para ellos, en vez de agüitas tibias, es acudir al bisturí.

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