Dime... ¿Acaso tienes tu también una reflexión poético-filosófica sobre limones, mazapanes o tortas enchiladas con carne?, ¿Por casualidad sabes o presientes las razones dichosas de las lechugas en su pleno frescor?, ¿Te inquieta e intriga la exacta metáfisica matemática del fractal en la coliflor?
Siendo así, cuéntame y la sumamos a las mias, por leerlas, por divertirnos, por entender tanta cosa extraña y maravillosa que ocurre en el universo.

miércoles, 13 de junio de 2012

Males contemporáneos de una hembra humana ligeramente perezosa





Todo empezó a ocurrir hace unos 10 años, cuando producto de mis desmanes y hábitos alimenticios en general, me decidí pasar, todavía ignoro si a favor o en contra de mi voluntad, una temporada en los abismos. No supe en esta época, como diablos esta temporada en dichas regiones pantanosas y oscuras influyeron directamente en mis carnes trémulas y jóvenes, haciéndolas empezar a padecer el temido síndrome de la piel de naranja. Para mí, producto de mi ingenuidad y mi destartalada psique, era todo un misterio el intrincado mecanismo biológico de la gordura, sobre todo, porque aquello que atribuí a la maldad del mundo contemporáneo que me rodeaba por doquier, después se organizó o se reorganizo, mas interiormente digamos. Mucho más al interior, a nivel químico.

Sí, he decir que la incipiente celulitis que empecé a padecer en ese entonces, la definí consecuencia directa de mis malos tratos matrimoniales. Peleo con el hombre, visito el infierno, me pongo nerviosilla y para calmar mis apetitos espirituales que están sedientos, me dedico a comer toda clase de chucherías, morcillas, chorizos, arepas rellenas y ensaladas de frutas pero en todo caso aderezadas con helado, leche condensada y mermelada de cerezas que debo confesarlo también, a pesar de la experiencia, hasta el día de hoy me sigue fascinando. Se ve que poco se aprende de aquello que ocurrió, sobre todo cuando es rico y jugoso.

En fin, que fueron años de estos tejemanejes de ir y venir de y hacia las profundidades fantasmagóricas de mi psique, con agotadoras subidas por la cuesta de la alegríadoméstica y estruendosas recaídas domingueras. Y muy a pesar de que yo insistí durante bastante tiempo en estas otras ejercitaciones, la celulitis no desapareció, por el contrario, a pasos agigantados iba apoderándose de mis piernas. Y, aunque no se me pueda ver ahora mismo a través de estas letras, puedo asegurar que nací con piernas firmes y jóvenes, sin un gramo de grasa, puro musculo y pura agilidad, pura pulcra belleza. Si bien es cierto que en mi temprana mocedad aparecieron los primeros síntomas capilares en mis jóvenes y aliviadas extremidades inferiores, no ese es el tema que me ocupa ahora, pues para ello está la depilación en todas sus variedades. Lo que sí quiero que quede claro a través de estas palabras, es que maldigo a mis antepasados Españoles e Italianos que me pasaron el gen peludo, y sepan ellos muy bien, revolcándose en sus tumbas, que tener pelos en las piernas es una afrenta feroz contra la feminidad.



Del tema que me ocupa debo decir a mi favor, que nunca, nunca, a pesar de haber visto el rostro de Adoniran cuando conversaba con mi ex-marido, a pesar de haber visto la negrura inmensa de la noche que me mordía por dentro y me hacía tener un hambre que mi madre decía endiablada... cenar tres veces una misma noche, nunca dejé de ser devota. A pesar de haber traspasado los límites de la cordura del mundo ordinario y conocer la mueca del llanto maligno de la propia conmiseración, yo misma a mí misma me caía gorda, regorda, y toda clase de oscuras malidisecencias que finalizaron por inflarme como un globo, nunca, pero nunca, que se entienda bien, nunca tuve tratos con el señor de las tinieblas gracias al cielo, asíaparentemente fuera lo contario, por mi aspecto macabro, mofletudo y triste. Algunas personas de mi familia insistían en el hecho de que yo estaba poseída y que lo único que podía salvarme era un exorcismo. Fueron encargadas para este propósito redentor, unas monjitas santuarianas que me tuvieran en cámara ardiente, a cambio de un dinero que las venerables recibieron para los huerfanitos del orfelinato en El Santuario, pueblo querido y perdido en la cordillera de los Andes colombianos, donde todavía se cree en los milagros y en que, siguendo la lógica del un razonamiento materno, que la gordura puede ser producida por satán. Mi madre les dijo a las monjas para el asunto de la plegaria: o que deje al marido, o que deje de comer y se adelgace a ver si se consigue otro. Se le dieron los dos milagros, aunque las monjitas dijeron que ellas iban a pedir por lo que mi dios quiera, así fuera verme gorda y mofletuda hasta el día de mi muerte. Mi madre dijo, pero que sea feliz, y las monjas empezaron a rezar.

El cielo, ese fue el que intervino en todo este asunto, porque vaya una a saber qué circunstancias o provocaciones, además del milagro de las monjas, ocasionaron que yo me dedicara a cuidar aquello que tenía tan abandonado: Mi propio cuerpo. He aquí que durante otros tantos años me he decidíencontrar la paz espiritual, armonía interior, la belleza que esta por dentro para ver si se ponía por fuera también. Pero no, no había caso, el mal ya estaba hecho, ya tenía yo la condenada celulitis. Me dije a mi misma en un arrebato de galantería para con mi propia persona, que era el simple y llano producto de mi lucha contra las oscuridades. Mi celulitis era la marca indeleble que me habían dejado cientos de empanadas, morcillas, chicharrones y toda clase de porquerías que yo nerviosamente me devoraba cuando visitaba las peligrosas regiones del averno. Tampoco es que ahora no me coma una empanada, ni unos bizcochos ni uno que otro helado cuando me dan ganas,¡por Dios!! Nofaltaría más.Además lo hecho ya hecho está. No me importa que se me vean las piernas así o asa pues no quiero trabajar en Hollywood nunca más, a ese sueño renuncié. Decidí un buen día y mi alma descanso en la paz de los inocentes.

Con todas estas cavilaciones en mi cabeza, otro buen día me conseguí un buen marido holandés que me llevo a vivir a su país, lugar donde no importa mucho si las piernas se te están poniendo mofletudas a condición de que seas inteligente y simpática.

Mi buen marido holandés me compro una bicicleta para integrarme a sus costumbres y tradiciones. Le maldije como antaño maldije a mi otro marido, cuando me tocaba llevar las frutas enlatadas del mercado en la parrilla de la bicicleta. Le maldije cuando debí ir al centro de la ciudad a una diligencia urgente y estaba lloviendo, obvio, en la bicicleta.

Pero lo que quiero decir ahora, es que hace poco, un buen día, día bueno como mi buen marido, me mire en el espejo, y descubrí que no hubo yoga, cambios espirituales, bioenergéticas, taichís, terapias de risa ni danzo-terapias que hicieran lo que por mí hizo la bicicleta: la celulitis desapareció en un 65%!

Ese día bendije a mi marido y nos amamos con fervor toda una noche entera, o lo que pareció una noche, o así, es que se nos hace eterno el tiempo y ya yo no estoy para hacer cuentas de resistencias ni nada que se le parezca. En fin, nos amamos y eso es lo que vale.

Escritoras y mujeres sensibles del mundo, este un aviso para todas nosotras, no seáis ingenuas como yo he sido, no lo seáis. Ningún cuento ilustrado, ni ningún poema de amor, ninguna catarsis espiritual va a hacer por vosotras lo que el ejercicio. Y sí, bella mujer, el diabólico mal ya está hecho, no te entreguéis a él como te entregas a tu amante, sin dar la lucha. Lucha, lucha, lucha. Al menos, tres veces a la semana, una hora







viernes, 8 de junio de 2012

Conjuro de amor





En algún rincón de mi casa, el teléfono llora tus ausencias en silencio.





Y me voy a poner seria hablando de primaveras, pues no serán ya tres muñecos de nieve, ni dos lobos o un brujo con su escoba de la Fiat. Tú, hombre de todos los hombres, de aquello que están hechos, ¿donde diablos te escondes perfectamente redondeado?.



Prepárense ojos a recibir el sol de frente en mágico ritual acompasado de las horas estacionales. No mirar de soslayo los inviernos primerizos, y a las maldiciones de los hombres iguana hacer caso como si ridículo como si perfectamente risible. Si no crees en el amor, estas no son tus coordenadas, si crees en él, pues tampoco, que solo son bailes de sirenas en el centro de un remolino de agua. Mandrágora asada, Artemisa decantada y leche preparadas en dos pociones para regar imaginariamente venenos verdes de antaño sobre tu sexo y rodillas. Las velas encendidas como los silencios, mientras Marte divino rojo arde corazones de cobre. Cinco pasos al frente y la concentración necesaria si la noche es de luna, si es negra como un sepulcro. ¡Bruja!, concéntrate más, no todo lo querrás fácil y el amor apremia. Al sueño luego del cansancio de la danza te entregarás cariacontecida de sonrisas, sea el hombre nuevo o viejo responderá, mínimo, con un sutil quejido y cara de yo no fui, o de ¿por qué Dios mío me he topado con esta mujer?, mientras hacía volar papalotes sobre el estanque de sus sueños.

Si no funcionara el fuerte conjuro, le dirás:



-Necio, eres inmune a mi magia por andar despilfarrando motivos de hierro- así de frente y con mucho compromiso. De tus disparates, lo menos que hará será pensar que algo no te va bien en la cabeza, y como es cierto, aprovecharás la ventaja invitándolo a compartir un café con leche y un corneto de mermelada amarilla, piña o durazno.

lunes, 26 de marzo de 2012

Bitácora de viaje-1

Para Julia 


Dice Borges, que muy poco le parecen la levitación, resurrección, apariciones,  comparadas con lo que ocurre en la simetría  “que trabaja con almas de hombres que duermen y abarca continentes y siglos”.  Y es que mucho antes de tener cualquier idea  de que la voluntad de mi alma se trenzaba con las voluntades de lo que tienen en sus barrigas recónditos  los lápices de colores y los sueños que se desprenden húmedos de los pelos de los pinceles cuando están de fiesta, soñé a Artemisia Gentileschi, la única mujer pintora del renacimiento Italiano por allá en el 96, a lo mejor en marzo o en abril. Lo sé con certeza porque ese año empecé a pintar por una voluntad de expresión formidable que surgió de mi corazón en un momento muy oscuro de mi vida.

El nombre de la pintora  me fue revelado sobre un pergamino que iluminaba  las letras en la medida en que yo las iba leyendo, a la mejor manera de un sueño de suspenso, de un sueño profético. El lugar, una torre medieval llena de libros y con ceras iluminando las esquinas, en medio de un desconcierto absoluto, porque yo no sabía en qué momento ni cómo había llegado allí. No sabía si estaba soñando. No lo sabía. Todo fue real en ojo de ese huracán que es un sueño. Aquel personaje que a veces me visita cuando sueño vino y confesó que era de suma importancia que yo leyera. Así lo hice. Leí en letra cursiva a medida que mis ojos acariciaban el papel: Artemisia. Inmediatamente desperté. Como yo no sabía de qué se trataba y el sueño había sido particularmente intenso, busqué, a eso de la una de madrugada en el google de aquella época, encontrando que Artemisia es una ciudad en Cuba; la planta alucinógena que uso San Juan el Bautista cuando viajó por  el desierto escapando, como atestiguó San Pedro de Alejandría, de la ira de Herodes y, también, el nombre dado a la hija de Oracio Gentileschi: Artemisia. La única pintora reconocida a voz viva del renacimiento italiano, quien parte de su vida la vivió en Florencia, capital Toscana.

Hasta ese momento de mi vida,  nunca  había pisado un museo y menos saber que  una cosa llamada renacimiento fuera significante, y que en aquellas épocas ¡y en estas! las mujeres podíamos ser pintoras y soñar el universo cuando lo estábamos representando, y eso que yo contaba ya con 26 años. Soy de una ciudad intermedia andina en Colombia y, cuando estudié en la universidad en Bogotá, no sabía que me interesaran las artes, ni que tuvieran que ver con mi vida, ni que la vida fuera un sueño, ni que los sueños en realidad no lo son. Pero aquí no acaban estos antecedentes misteriosos de las posteriores simetrías.  Unos 5 años más adelante, ya dedicada oficialmente en medio de mucha dificultad al oficio de pintar y con el sueño de Artemisia olvidado, estaba en Colombia de regreso de un viaje a Londres.  Había permanecido unos meses allí y había visitado los primeros museos y galerías. Había llorado a moco tendido viendo la silla que Van Gogh pintó para Cezanne y también, había tomado la decisión de irme a vivir y estudiar en España. Entre hacer documentos y organizar mis cosas, una persona cercana a la familia me sugirió realizar mi estudio en Florencia… fue química inmediata, dije sí y a los dos meses estaba felizmente vivendo con mi hijita,  muy orondas,  en la capital Toscana.

Mis estudios de arte, que transcurrieron en completa felicidad,  terminaron aproximadamente a los dos años y al retorno, que por razones familiares no fue hacia Colombia sino hacia Costa Rica,  haciendo una escala de un día completo en el aeropuerto de Roma, me pierdo buscando una aerolínea de carga para mis libros y materiales de pintar   que pesaban una barbaridad. Me deja un taxi en el muelle de carga, se me indica que es ese el lugar. Voy con mis paquetes arrastrados en un carrito de aeropuerto, no hay nadie, el lugar esta desierto, es una bodega gigantesca llena de cajas y contenedores  listos para ser despachados. Estoy furiosa, además de cansada,  porque no sé cómo me voy a  devolver son todas estas cosas. Miro de pronto  una fila de cajas acomodadas en estanterías a lo largo de un pasillo de unos 30 metros de largo por unos tres de alto y veo la marca de estas cajas, en todas, en rojo mayúscula vibrante: ARTEMISIA.  Esa lectura me crispa, me revuelca las tripas, me hace recordar mi sueño y viajar de allá para acá en el tiempo de mi vida y lloro. Para que no quede duda alguna de la sincronía, me entero unas tres horas después que ese día se inagura o cierra la histórica primera muestra conjunta de Artemisia y su padre, creo que en la Galería Borghese, no lo recuerdo muy bien porque todo fue vértigo. He venido a Italia a buscar mi destino, he venido desde lejos en distancia y en tiempo a buscar lo que buscamos las mujeres del mundo, nuestro lugar en el. Nuestro lugar de honor y dignidad en el, siendo lo que somos y siendo respetadas y valoradas exactamente por esa razón. Porque somos nosotras mismas. Porque soy yo misma, porque soy creativa, porque soy sensible, porque soy mujer y soy hija de la luna y sus ciclos, porque mi entendimiento de universo es emotivo y vital. Toda esta comprensión que me cayó encima como agua fresca, me llevo en mi viaje de regreso a mi nuevo hogar: Costa Rica, que nunca había visitado, que nunca había escuchado, que nunca había sabido.

Muchos años después, ahora viviendo en Costa Rica, tengo nuevamente ese sueño. En el mismo papel, en la misma caligrafía  psicodélica se me envía un mensaje, se me dice que debo hacer algo. La misma persona me hace esta nueva confesión, y el ojo del huracán sigue siendo el centro de mi sueño. Tengo alguna certeza de qué es pero no sé cómo ni cuándo sucederá. El ciclo completo se cierra, cuando esta mañana leo a mi querida Julia Ardón comentado una nota sobre  Artemsia Gestileschi, solo dos días después de que he tenido otra vez este sueño hermano de aquel otro sueño que me llevó a Florencia a buscar mi destino.  La diferencia es que  ahora sé del castillo maravilloso que soñó el emperador mongol Kublai Khan,  que fue descrito en un poema 5 siglos más tarde  por Colerige, de manera que ninguno de los dos eschuchó nunca nada del otro, y de esto que Borges afirma : “…nada o muy poco son, me parece, las levitaciones, resurrecciones y apariciones de los libros piadosos.” , confrontadas con estas simetrías, dónde, añado yo con una certeza que me atraviesa toda,  se ven a los seres bebiendo de las mismas aguas de la vida, sabiéndolas e intrincadamente conectados desde lo más abisal hasta lo ordinario en sus almas y corazones. Esta comprensión atávica y estremecedora de que somos uno, de que soy uno.

Costa Rica, terminado de escribir en marzo 27 del 2012.

domingo, 5 de febrero de 2012

SOBRE CREACIóN I


 
Crear es entregarse emocionalmente al flujo de la vida y ser original es, simplemente, ser tú mism@. Cuando permites que las cosas lleguen a tu corazón, una vez salen de allí a través de tu acto, tu gesto, tu palabra, tu profesión, cual fuere, las cosas han sido transformadas y son creativas; provienen del centro de la vida misma, de tí, de tu alma. Toma de este lugar lo que necesites para crear, para ser tú mism@. Esto es mi manera de decir que como seres humanos, necesitamos encontrar nuevas maneras de relacionarnos a través del compartir y del servicio. La creatividad tiene una característica fundamental, que es ser infinita y como tal, entre más se da, más se recibe… pero eso se entenderá con la práctica, así que… practica!

domingo, 18 de diciembre de 2011

Psicología para brujas o sobre la utilidad de tu mejor amiga

Desde tiempos inmemoriales se sabe de los psicopompos y forman parte del acervo mítico del colectivo humano. Dícese de ellos que se trata de seres, animales o cosas que cumplen con la función de llevarle a uno por donde es terrible y horripilante y de tan malo que es pasar por aquel lugar, es mejor ir encaramado en algo, porque se pueden escollar tus delicados pies querida amiga que lees estas palabras y estamos aquí por estas existencias todo menos que para lacerarnos. Dices que no es cierto que lo uses a diario o al menos con cierta regularidad, y te diré que sí es cierto, claro, solo que no lo conoces con ese nombre, a veces lo llamas libro, a veces, lo llamas psicoterapeuta y la mayoría de las veces lo llamas mejor amiga, pero es lo que es y se trata de un ser mítico y mágico. Un psicopompo es pues,  a todas estas, ese  que te acompaña por los parajes desolados de tu alma, por lo que es triste, hondo y profundo y dándose el caso que te lleva en sus alas o en sus brazos, no te deja ir por ese hueco atroz, por más  que tú insistas en medio de tu dramática pataleta.
El psicopompo en esto es tajante, pues es su trabajo y función, que entre otras se trata de no dejar actuar a la ley de contaminación por contacto, diciéndolo elegantemente en términos alquímicos querida, porque como decían las abuelitas de antes, dime con quién andas y te diré quién eres…Pero ya sabes, como anda todo hoy en día es mas apropiado decir dime con quien chateas y te diré por quién te haces pasar. En fin.  Otra de las cosas bellas que hacen los psicopompos  es servir de guía y soporte para cuando debes ir por parajes entre  mundos. Dicen que los chamanes son psicopompos, un pegaso, una valkyria y el Balam de los mayas,  pero también tu carrito que bien te transporta  sobre lodazales y pedreras y lo que hace diferente ambas experiencias, es que la chamánica, la de los pegasos y el asunto de los mayas  te parecen inexistentes por irreales y metafísicas, y la otra,  la trivial experiencia de montarte en tu carrito, te parece superflua y sin ningún significado esotérico, pero entre estos dos extremos se mueve el mundo y cada que te montes, subas, encarames, en algo, que sepas querida, que si ese algo te ayuda a pasar por encima de aquello feo y malvado, para verlo desde la objetividad de la comodidad y la seguridad de la compañía, estas en presencia de tu psicopompo personal.  Esto, con mucha probabilidad también se aplica a ciertas posiciones sexuales en ciertos dias que no todo marcha, el caso es que dependiendo de quién va arriba y quien va abajo, el uno es el psicopompo del otro, no hay remedio, es así y es un hecho muy físico.
Finalmente, reconoce también amiga mía, que si ves aquella escoba y te dan ganas irresistibles de montarla, no se trata de que te estés convirtiendo en una maléfica bruja sino que tu alma añora por profundidad y conocimiento. Psicopompo que proviene de psique que significa alma, y pompós que quiere decir  guía, el que conduce, para evitar que por la ley de la contaminación por contacto, contamines tu alma, o sea, que por estar inmersa, como ocurre muy a menudo en el mundo, en medio de tanto dolor y sinsentido, aquello se te peque y dejes de ver la belleza, delicadeza, emoción y sentimiento de todo lo que está hecho. Sirve este psicopompo, para no dejar nunca, nunca, de ver, a pesar de esto y aquello otro,  la hermosura del jardín que es esta tierra, el sentido espiritual de cada cosa y la alegria de vivir siempre, siempre.

Todos los jueves "Conversaciones con la Diosa", en el link información:
http://www.facebook.com/events/103457223104657/

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Para Mujeres Cocineras: Algunos consejos varios más allá de la cocina 3.


Porqué sí, por el gusto de charlar Amiga Cocinera, te contaré un gran secreto que te podría hacer feliz por el resto de tus días. Sí mujer, se trata de algo sencillo: Cómo hacer que tu hombre te ame por siempre de esa manera loca y apasionada que tanto te gusta, y que los mantiene a los dos llenos de buenas energías y del positivismo necesario para empezar el nuevo milenio o por lo menos terminar alegremente en el fin de los tiempos como vaticinan ciertas almas atormentadas y taciturnas, sobre aquello que se nos vienen encima. Pero iniciando, en honor a la verdad y a la cautela, deberemos precisar algunas cosas que tienen que ver exactamente con el acto de amar: de qué se trata, como es, con qué se come.

No importa si no estás con alguien en especial en este mismo momento, lo más seguro es que lo estuviste y lo estarás o lo estarías,  si no fuera por aquella mala suerte que te auqueja. Es así cómo querida mía, amaste, has amado, amarias o amarás. Porque sábelo mujer, que en cualquiera de estas categoría te encuentras, aunque lo más probable sea te encuentres en todas, por ser el amor una palabra no excluyente, se ha dicho, y se ha vuelto a decir que el amor todo incluye. O sea, sencillamente, todo te puede estar pasando al mismo tiempo y tu ahora tan tranquila sin darte cuenta de la maravilla que te ocurre, recuerda, el verbo se hizo carne y aquí vamos a hablar de la carne del verbo.

Dímelo si no, y te explicaré, según las sintaxis clásicas, en el español existen el nombre, el pronombre, el adjetivo, el articulo, el verbo el adverbio, la preposición y la conjunción como categorías independientes. Te explicaré entonces la razón gramatical de que más bien el amor lejos de ser excluyente, fea palabra, sea incluyente, palabra que dice muchas cosas y con la que se puede dejar volar la imaginación si lo piensas bien, sobre todo,  cuando uno se entera entre otras, que incluir es sinónimo de por ejemplo contener, encerrar, cerca, cenñir y otras tantas que se me hacen agua en la boca.

El asunto funciona así, y me tomaré todo el reparo necesario ya que antes de contarte lo que quiero, hay que ser precisos con las cosas de la lengua. Cosa que dicen los mejores amantes, y a su sabio consejo me atengo. Decía entonces, empezando por el nombre. Mujer, ¿ no es el nombre de tu amor el nombre más importante en tu vida?, claro, luego del tuyo cuando es pronunciado por él. Hasta aquí todo va bien, porque esto es lógico. Pero mira bien y dime, al pronombre, del latín pronomen que significa en lugar del nombre, y dime si no te ha parecido que decir "el", sí mujer, lo que estás pensando, o mejor en quien estas pensando, ¿no es decir lo mismo que decir su nombre?. El. El dueño del nombre de tu amor que es el nombre más importante en tu vida luego del tuyo cuando es pronunciado por El. Aquí te voy a comentar algo que sabrás tomar con suma cautela. Por si no lo habías notado, "Ellos", es solo la extensión natural de "El" según su número. ¡Son solo tres letras de más y a que abismos insospechados el asunto te pudiera llevar!

El artículo es el que se antepone al nombre del sustantivo, o sea, de tu hombre. O dime si no Mujer que cuando estás enojada con El, sueles decir por ejemplo, en caso de que se llamase Pedro: " El (artículo) Pedro (sustantivo) me tiene furiosícima". Te aseguro que eso te ha pasado con más frecuencia de la que quisieras, estar furiosa con El. Pero recuerda que el verbo se hizo carne y esa carne es la de "El", y pase lo que pase los verbos funcionan como núcleos, indican acción, procesos o estados. Todas estas cosas relacionadas directamente con el acto de amar, y eso mujer, piénsalo, pero piénsalo, es la fundamentación de la vida definida como lo que engloba las actividades características de los organismos. No se necesita tener todas tus neuronas trabajando a la vez para entender, de esta lógica elemental, que vida y amar son lo mismo y que mejor es no enojarse porque es mucho lo que se pierde.

Sigamos entonces con el adverbio. Haciéndolo simple te diré qué es lo que modifica, precisa, matiza y hace todas esas cosas que bien pueden ser atribuidas a lo que le pasa a una cuando esta enamorada. No me digas que no, porque no lo creeré. ¿No es "mañana", precioso adverbio, más bonito cuando piensas en verlo?. Entonces lo que pasa allí, es que los adjetivos son lo más comúnmente usado para completar el asunto gramaticalmente. Mañana te pondrás toda hermosota para El, y El, si es medianamente inteligente, deberá encontrar muchos calificativos que así te lo confirmen. Es su tierna manera de enunciarte y deberás tener suma cautela a la hora de aprobarle o desaprobarle esa conducta. No te pondrás ni tan indiferente como para crea que no te llega su lisonja, ni tan derretida que se crea este El, que ya lo ha hecho todo. Ten en cuenta este sano consejo del termino medio que ya se decia por los tiempor en que Atenas era.

Para la preposición te pondré un ejemplo. De origen latino, "prae", delante, "positio", posición; dice a ciencia cierta eso, el lugar en el que estas con respecto a tu El. Mira un simple: "De". De, que significa la posición respecto al nombre o pronombre de la palabra que es complemento, o sea tu, o dicho muy coloquialmente: -El hombre "de" tu vida-. Más simple aún, Mujer, pasa que ese hombre es tuyo. Pero claro, no se lo digas así de una vez, ni tampoco poco a poco, ¡ni nunca por cristo santo!, porque lo más probable es que lo espantes, ya que es bien sabido que a ningún hombre le gustan las cárceles. Y serás muy hermosa y demás adjetivos calificativos que él te haya dicho, pero cárcel es cárcel y a nadie le gusta estar prisionero ni ser de nadie, desde que la exclavitud en el tratado de derechos humanos aparece abolida... aunque en la practica será segun cuentas otro cantar, pero aqui estamos en lo legal y a ello nos atenemos.

Por el contrario, y esto has de entenderlo muy bien, a tu "El" le gustará saber que él es precisamente el nombre o el pronombre del que solamente tu eres el complemento. Cuando te pregunte por ello, miéntele. Dile que si, y los dos serán felices. Pero no le mientas del todo, porque una debe tener su ética. Recuérdale de manera amable e inspirada cuando sea justo y necesario por el deber y salvación de la pareja, el funcionamiento de los asuntos prácticos de la vida y dile sobre todo, que nadie es de nadie, así "El" sea todo tuyo aparentemente.

Y por último la más bonita de todas. Sí Mujer, la conjunción, del latín "cum", con, y "jungo", juntar. ¿Pero qué más te digo de esto si ya lo debes haber adivinado todo?. Entonces, aclarado el asunto, paso a decirte como es la manera y los modos y las formas que deberás realizar para que tu hombre siempre te ame. Y te diré, básicamente no hagas nada, y esto significa que el asunto está lleno de matices gramaticales y lingüísticos, pero sobre todo filosoficos de alta envergadura... que trataré de contarte en otra ocasión. Por que dime buena Mujer ¿qué es nada y qué es siempre?.

jueves, 4 de agosto de 2011

Los Sueños de la Tierra



La tierra sueña verde desde su corazón de roca fundida, arden en ella pájaros de deseo, huertas salvajes y montañas vestidas de novia virgen al borde del recóndito abismo. Su rostro es azul y nunca es una mueca, porque es la cara del sueño de la vida. Sueña contenidos hiperbóreos y polares y con árboles de frutos prohibidos y nobles, destrezas amarillas, palpitaciones rojas que abrazan una nuez diminuta y sabrosa.

Todo en ella es señorío en su trópico cuando el amor solar la despierta, nutre y electriza con su lengua de fuego. En ese sueño, ella sueña un volcán y un mare magnum y eructa febril desde su estómago divino.

Si, la tierra es una mujer que sueña y que tiene el vientre rechoncho de preñez solar. Le van a nacer colores de este sueño, le van a nacer peces dorados, hipopótamos, libélulas y jardines de amor. De su sueño secreto surgirá una fosa oscurísima que esconde estrellas luminosas y magnolias marinas y, cuando el sueño sea profundo, el más profundo de todos sus sueños, en ese sueño que es pura voluntad de vivir su propio sueño, la tierra mecida por la luna, en una nana galáctica, sueña a la hembra, que la sueña a ella y juntas sueñan la vida.